El área de Gestión Integral de los Residuos Sólidos Úrbanos (GIRSU) amaneció bloqueado por camiones y empleados que reclamaban con un paro sorpresivo a las autoridades municipales, comprometiendo la recolección de residuos domiciliarios de Quilmes. Tras ser escuchados y con la promesa de una solución a los planteos realizados, los trabajadores levantaron el bloqueo pero con la advertencia que si en 10 días no hay respuestas concretas paralizarán la recolección de basura por tiempo indeterminado.

Durante la protesta que se realizó en las primeras horas del día, los empleados municipales quilmeños exigieron el mantenimiento de camiones, ropa adecuada para desempeñar sus funciones, la recategorización de empleados, y la recuperación de planta permanente de trabajadores.
Ante este pedio, y la promesa del Ejecutivo de dar respuestas concretas el bloqueo se levantó, pero quedó afectado el servicio del turno mañana, con el compromiso de salida del turno intermedio y noche. Eso sí: se dejó bien claro que si en 10 días no se cumple con los reclamos se realizará un paro general.
Fuente cercanas al Municipio, reconocieron las falencias en el área y el reclamo de los trabajadores. A lo que explicaron que la licitación de la vestimenta esta en curso y que saldrá de un momento a otro.
Por su parte, muchos ven en la medida una muestra de poder del sector movilizado dado que puertas adentro del GIRSU uno de los sectores (los franqueros) se fotografió días atrás con el intendente Martiniano Molina. Imagen que –aseguran- no cayó muy bien en muchos trabajadores.
Veremos cómo continúa el conflicto. Todo en momentos donde el área de recolección no logra dar respuestas concretas en muchas partes de la ciudad.